lunes, 3 de septiembre de 2007

Proyecto de Reforma Constitucional en Venezuela

Caracas, Venezuela-El presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Rafael Chávez Frías, lanzó su Proyecto de Reforma Constitucional ante la Asamblea Nacional el pasado 15 de agosto de 2007, mediante el cual se pretende enmendar treinta y tres (33) de los trescientos cincuenta (350) artículos que componen la Constitución de 1999, como parte de la consolidación del Estado Socialista que ha intentado instaurar desde que fuera democráticamente electo por primera vez a finales de 1998. Inmediatamente, sus opositores dentro y fuera del país, denunciaron el mismo por considerarlo como un intento de someter al pueblo venezolano a un sistema totalitarista y por atentar contra el concepto de la propiedad privada, denominándolo como un "golpe de Estado constitucional".

Específicamente, sus opositores y la prensa occidental han denunciado la propuesta enmienda al Artículo 230, la cual dispondría aumentar el período presidencial de seis (6) a siete (7) años y eliminar los límites actuales al mandato presidencial, lo cual significaría que Chávez podría permanecer en la presidencia hasta tanto la voluntad del pueblo venezolano desee lo contrario. Algunos han manifestado, sin embargo, que es curioso notar que algunos de los medios que han manifestado sus reservas a tal propuesta de Chávez, como el periódico Libération en Francia, provienen precisamente de países donde no existe un límite a los mandatos de sus líderes ejecutivos. A Francia se le puede sumar Gran Bretaña, Alemania, Portugal e Italia, entre otras naciones europeas que no cuentan con tales límites.

En repuesta a lo anterior, los opositores a la reforma, como Gustavo Linares Benzo, abogado del bufete Baumeister & Brewer y profesor de la Universidad Central de Venezuela, indican que la diferencia estriba en la naturaleza opuesta de los regímenes parlamentaristas, en donde el pueblo elige un Parlamento que a la vez elige a su gobierno, y los presidencialistas, en donde el mandato del primer ejecutivo proviene directamente del pueblo. Según éste, "el Presidente de la República, en un régimen presidencial, tiene un mandato determinado y tiene derecho a terminarlo, salvo que cometa un delito. Por su parte, el primer ministro puede salir en cualquier momento, basta con que su partido pierda la mayoría en el Legislativo. Para compensar esa cierta debilidad se les permite a los premieres postularse de manera indefinida."

Al concentrar el enfoque en ese aspecto del Proyecto de la Reforma constitucional, sin embargo, los detractores, en su mayoría de los sectores empresariales y partidarios del sistema capitalista, obvian discutir a fondo el resto de las propuestas enmiendas. He aquí algunos de los puntos neurálgicos del proyecto de reforma del presidente Chávez:

Propuestas Económicas y Sociales
-La supresión de la autonomía del Banco Central, lo cual permitiría la aplicación de subvenciones a programas sociales.
-Nombramiento de el presidente como único administrador de las reservas internacionales del país.
-Reservar al Estado la exploración y explotación de los hidrocarburos líquidos, sólidos y gaseosos así como de las reservas petroleras, como ejercicio de su soberanía y en el interés nacional.
-Que el Estado pueda ocupar bienes expropiados antes de que haya una resolución judicial en firme
-Fomentar nuevos tipos de propiedad social.
-Respetar y garantizar la propiedad privada y el combate al monopolio.
-Establecer un "fondo de estabilidad social" que garantice derechos sociales a los trabajadores.
-Reducción de la jornada laboral de ocho (8) a seis (6) horas diarias y de cuarenta y cuatro (44) a treinta y seis (36) horas semanales en el horario diurno a treinta cuatro horas semanales (34) en horario nocturno.

Propuestas Políticas y Territoriales
-Incremento de seis a siete años del período presidencial.
-Posibilidad de reelección ilimitada del jefe del Estado.
-Elevar a rango constitucional el "poder popular", expresado en "consejos comunales, obreros, estudiantes, campesinos"
-Reforma territorial y geopolítica, con "un Distrito Federal en el que tendrá su sede la capital" y regiones marítimas e insulares "para abrir las puertas al mar".
-Que el presidente pueda decretar regiones militares especiales con fines estratégicos y de defensa en cualquier parte del territorio.

Lo que la prensa occidental y los opositores de la reforma han obviado explicar es que la misma no será avalada por decreto presidencial, sino que tendrá que pasar por varios cedazos antes de ser adoptada. Primeramente, ésta será debatida por todos los sectores del país venezolano, no solamente la clase adinerada o la clase pobre. Luego, tendría que ser aprobada por la Asamblea Nacional y, finalmente, mediante la celebración de un referéndum popular. No obstante lo anterior, algunos analistas, como el abogado constitucionalista Rafael Chavero, opinan que la reforma atenta contra los principios básicos de toda democracia, "la alternabilidad, el pluralismo y la descentralización." Según Chavero, "[e]l principio del gobierno alternativo se traduce en el hecho de que todos los gobiernos se tienen que acabar. Una persona no puede aspirar a mantenerse en el poder el tiempo que le dé la gana." Agregó que "[s]i un gobernante no puede consolidar unas políticas públicas decentes[en el tiempo provisto], pues es el más mediocre de los gobernantes." Chavero y Linares también acusaron a Chavez de manipular a los electores al proponer la reducción de la jornada laboral y la institucionalización de las misiones. [Ver.] Los partidarios del proyecto de reforma indican que la reducción laboral es necesaria para que las personas puedan atender otros aspectos importantes de su vida, como la educación, la familia y el desarrollo general integral de su persona. Los detractores implícitamente aparentan indicar, afirman éstos, que esos trabajadores solo se dedicarán al ocio y no al mejoramiento de su persona.

Ante esta ola de acusaciones y predicciones fatalistas de los sectores identificados con la derecha política, los cuales presagian una merma en la inversión extranjera en Venezuela, los socialistas de izquierda ripostan que, al fin y al cabo, debe ser el pueblo el que decida su futuro político y que en una democracia realmente participativa y no meramente representativa, la mayoría es la que debe imponer su criterio. Algunos incluso se comentan como la derecha política de los países latinoamericanos, al sentir el reciente oleaje de movimientos socialistas en su región y luego de ignorar los reclamos ciudadanos de la mayoría pobre por mucho tiempo, ahora exigen el diálogo y, en algunos casos, hasta amenazan con actos de violencia. Estos afirman que la derecha teme a que el cambio hacia el socialismo se torne una realidad, aunque sea por el momento, mediante la posible aprobación ciudadana a la reforma a la Carta Magna. Los opositores de Chávez, sin embargo, proponen que, debido a la compejidad de los asuntos contemplados en la reforma, cualquier referéndum debería acontecer en etapas y no en una simple votación de "sí" o "no".

Independientemente del lado del debate en que uno se encuentre, la realidad es que Hugo Chávez ha sido elegido democráticamente en dos ocasiones para fungir como presidente de Venezuela, y cada vez ha ganado por números mayores. Incluso, sus elecciones han sido objeto de observadores internacionales, incluyendo al ex-Presidente de los Estados Unidos Jimmy Carter, los cuales le han dado el visto bueno a los resultados electorales. Al no ganar en las urnas, los opositores de Chávez intentaron realizar un golpe de Estado en abril de 2002, el cual no tuvo un éxito prolongado. La oposición, sin embargo, especula que si se aprueba la reforma y a Chávez se le permite ser reelegido hasta que el pueblo exprese lo contrario, éste muy difícilmente cederá el poder aún si saliera derrotado. Algunos periodistas, incluso, han llegado a los extremos de compararlo con Saddam Hussein, Hitler y Osama Bin Laden.

Ahora, que relevancia tendrá todo esto en el debate venidero del proyecto de reforma está aún por verse. Hugo Chávez ha hecho un llamado, el cual sus opositores no consideran sincero, de que Venezuela no podrá hechar hacia adelante sin el apoyo de todos los componentes de su sociedad, haciendo alusión a los empresarios del sector privado y miembros de los sectores privilegiados económicamente. Sin embargo, su discurso es claro al advertir que el progreso de Venezuela no puede darse a expensas y en detrimento de trabajadores y trabajadoras asalariadas.





No hay comentarios:

 
Creative Commons License
This work is licensed under a Creative Commons Attribution-Noncommercial-No Derivative Works 3.0 United States License.