jueves, 6 de septiembre de 2007

[Insertar Título Aquí]

El bímer llegó al sitio designado conmigo detrás del volante. Eran las 7:33 de la mañana y el tiempo me traicionaba. "Es martes y tengo que ir a producir, me lo recomienda el libre mercado", pensé. Un olor extrañamente conocido, sin embargo, dirige mi mirada hacia abajo. La bascosidad en mi saya nuevamente se constituye de vómito y sangre artísticamente vertidos, algo así como un cuadro de Pollock. ¿De donde demonios vengo?. Nunca puedo recordar. Malditas chelas. El notidiario radial anuncia otra muerte...que morbosos. En el trecho que recorro para llegar al apartmento me encuentro con otros inquilinos. "Buenos días, Doctora!!", me dicen, "¿se encuentra usted bien?. "Si", respondo firmemente, "pero el niño murió". El desentendimiento provoca un silencio total. Subo, entro, beso a mi gato, me aseo, tomo un café y me dirijo al despacho.


No hay comentarios:

 
Creative Commons License
This work is licensed under a Creative Commons Attribution-Noncommercial-No Derivative Works 3.0 United States License.